Duatlón Astillero (Cantabria)

A la localidad cántabra de El Astillero acudimos este domingo 13 de febrero Agustín y yo. Estaba previsto un tiempo de perros y las previsiones no se equivocaban: viento fuerte y racheado y agua de la que cae de lado. Pero las ganas de estrenarnos con los duatlones esta temporada nos pudieron. El planteamiento era el de siempre “hacer lo que se pueda” y conociendo nuestro estado de forma no salimos con gran ambición, simplemente a esforzarse y a disfrutar lo que el día nos dejara.
En el primer sector todo el mundo sale a tope. Agustín se mantiene en medio del pelotón y yo cerrando filas para vigilar que nadie se quede atrás. Vamos encontrando nuestros ritmos y adelantamos a algunos “valientes”. En la transición adelanté a muchos duatletas, parece que después de 10 años en esto voy aprendiendo algo. Pero como soy un poco matao, pronto me vuelven a pasar en la bici sin ninguna contemplación.
En la bici nos tocó sufrir mucho, el viento venía de todos lados y tuve que frenar en varias ocasiones porque me veía en el suelo. Dos idas y vueltas en un circuito donde daba la sensación de que siempre venía el viento en cara. Por lo menos la lluvia nos estaba dando tregua… tuve a la vista a Agustín pero me fue imposible alcanzarlo: luego me confesó que se había parado en una cuesta porque creía que le rozaba algo en la bici… resultó que el rozamiento eran culpa del asfalto y el viento. Buenísimo.
En la segunda transición no tuve oportunidad de adelantar a nadie, ya habían llegado casi todos y me las desee para encontrar un hueco donde dejar la bici (estos cántabros dejan la bici donde les viene mejor… ya van tres pruebas seguidas en las que me quitan mi sitio). El último sector bien, apretando lo que podía y contando a los que llevaba detrás: no llegué a 20.
En fin, domingo deportivo y otra carrerita más a la bolsa. No sé si decir que disfruté mucho, pero me ha servido para darme cuenta, una vez más, que los paquetes tenemos que entrenar mucho si queremos quedar de la mitad para adelante.

Carlos M. Asensi